Era desconocido por todos y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, aunque por la foto del díptipo parecía un sitio chulo como así lo ha sido.
El circuito es por un recorrido que tienen hecho en un parque en la parte alta de la localidad entre pinos o todo de tierra. Perfecto para disfrutar del cross en su estado puro, sin añadidos ni arreglos. Aunque como hay que ponerle pegas a todo, escuché a uno de los "máquinas" quejarse de que había barro en una curva que hacía cuesta... ¡pero si esto es un cross, angelito mío!. En fin, que tiene que haber de todo en la viña del señor.
Allá que plantamos la carpa del Club Guadalhorce-Álora por si llovía, pues mientras que en Álora me dicen que la mañana fue soleada, en la comarca de Nororma el cielo era gris plomo y el sol ni se asomó una "mihilla" lo que hizo que unido al airecillo que corría, el fresco que suele hacer en esa zona y que estábamos en un sitio más bien sombrío nos dejó congelados a unos pocos y la chiquillería llena de barro. Pero no es una queja, es una circunstancia de lo que toca. Si no quieres, no vas y listo, jeje.
Rápidamente empezó la carrera de veteranos, donde vimos que Rafa Luque no terminó de meter 6ª marcha y no terminó muy contento y también vimos la retirada por problemas físicos de Pedro Delgado, una sorpresa.
La mañana siguió entre carreras y la que me gustó personalmente fue la de infantil masculino. ¡Qué disfrute ver a los tres juntos en la cabeza! Ouasim, Marouan y Salvador ¡qué tres amigos! Terminan la carrera y sin respirar siquiera se van juntos a charlar. Eso es deporte 100%.
En la de los seniors Bodo Kiekbusch se paseó y le sacó un buen trozo a sus perseguidores. No hay quien coja a este Bodo en los cross este año. Se le ve muy fuerte al tio.
Los chiquitines del Guadalhorce-Álora disfrutaron todos: Jesús, Noelia... hasta Marta (mi niña) que no quiso correr.
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